Entrevista a Vladimir Glasinovic: nuevo Director Ejecutivo de Talento Digital para Chile

“La transformación digital puede crear más trabajo del que destruye, pero es urgente reconvertir la fuerza laboral”

Ingeniero Civil Industrial en Tecnologías de la Información, Máster en Políticas Públicas y ex Director de Metro, ha dedicado su carrera al liderazgo de iniciativas de alto impacto social, experiencia que hoy pone a disposición de un gran desafío país: la transformación digital y sus consecuencias en el mundo del trabajo. Asumió recientemente el liderazgo de la iniciativa público – privado Talento Digital para Chile, orientada a instalar habilidades en las personas que permitan hacer frente a la nueva economía digital. Llega en un momento clave. La crisis sanitaria ha visibilizado la falta de profesionales que den soporte al acelerado desarrollo tecnológico que viven las empresas y sus modelos de negocio.

¿Qué necesidad país origina la creación del programa Talento Digital para Chile?

Esta iniciativa nace de la necesidad de que el país cuente con los talentos digitales necesarios para abordar con éxito el desafío de la transformación digital, y que este cambio global que está ocurriendo pueda ser aprovechado para mejorar la calidad de vida de las personas. Se estima que cada año en Chile faltan 5.000 talentos digitales, lo que implica que hay proyectos e iniciativas necesarias para el desarrollo del país, que dejan de realizarse debido a la falta de talento nacional. En términos acumulados a lo largo del tiempo, son del orden de 65.000 puestos de trabajo en empleos digitales que se han perdido por falta del talento adecuado. La transformación digital es un fenómeno global que está impactando en todas organizaciones, en todos los países, y si no logras subirte a esta ola por falta capital humano, terminas hipotecando el desarrollo del país.

¿Cómo ha impactado la crisis del Covid -19 en la organización del trabajo y los requerimientos de capital humano?

La pandemia del coronavirus ha generado una tremenda crisis económica global. En Chile, las últimas encuestas hablan de la destrucción de cerca de 2 millones de empleos. Sin embargo, todos coinciden en que la pandemia ha acelerado los procesos de transformación digital en todo el mundo y no somos una excepción. El auge del teletrabajo, del e-commerce y del delivery es sólo la punta más visible de la transformación que está ocurriendo. Son muchas las empresas que han debido cambiar sus modelos de negocio y digitalizar sus procesos. Según datos de DNA Human Capital, la demanda de profesionales del área TI se ha incrementado en un 32% debido a esta contingencia. Como consecuencia de esto, Talento Digital para Chile ha cobrado más sentido que nunca en estos meses.

Esta aceleración digital llegó para quedarse. Es urgente preparar a las personas para que puedan dar soporte, liderar a este cambio y a la vez, acceder a nuevos empleos en un escenario económico complejo. Con nuestras becas estamos dando la oportunidad a los profesionales de iniciarse o especializarse en estas áreas altamente demandadas, aportando a la reconversión de la fuerza laboral que Chile necesita para evitar la pérdida de trabajos asociada a la digitalización.

¿Cuáles son las metas del programa y qué logros han tenido desde el inicio de éste?

La meta de Talento Digital es capacitar a 16 mil talentos digitales en 4 años (2019-2022) y fomentar su empleabilidad, aspirando a tener una tasa de éxito del 70%, lo que incluye colocación laboral, emprendimiento o continuidad de estudios.

Ya hemos entregado, en conjunto con Sence, 2.700 becas para personas sin trabajo con el fin de abrirles nuevas oportunidades laborales, parte de ellos ya entraron al proceso de intermediación laboral. Además, con el apoyo de Corfo brindamos 250 becas de especialidad para profesionales. En lo que queda del año se pondrán a disposición otras 1.800 becas, una parte de ellas orientadas a emprendedores, para apoyarlos en la digitalización de sus negocios.

Otro de nuestros logros es la incorporación de 150 empresas a nuestra red, configurando la única comunidad colaborativa de Chile que lidera los desafíos de la transformación digital en el ámbito de capital humano.

¿Cómo opera en lo concreto este programa para alcanzar esas metas? 

El desafío es de tal complejidad que ni el sector público ni el sector privado pueden resolverlo por sí solos. Por eso se estableció un modelo de colaboración público-privada donde participan los Ministerios de Hacienda y Trabajo, SENCE y CORFO, la CPC, SOFOFA, OTIC SOFOFA y la ACTI, además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En términos muy concretos, el programa se concentra en tres etapas. Primero, se identifica las necesidades de capital humano, en términos de la cantidad, calidad y ubicación requerida, y se desarrollan planes formativos adaptados para atender esa demanda específica.  Segundo, desarrollan estas capacitaciones a través de la metodología bootcamp, que son entrenamientos intensivos y de corta duración (3-6 meses). Finalmente, se certifica que las personas han adquirido las habilidades necesarias y se articula la inserción de los talentos en las organizaciones.

¿Cuál es el impacto final de programas como éste en la economía y desarrollo socioeconómico de Chile?

Estudios muestran que el desarrollo de habilidades digitales tiene un impacto directo en el crecimiento económico, el empleo y la desigualdad. Por ejemplo, entre 2006 y 2016, el 40% de los nuevos empleos en los países OCDE fueron creados por sectores altamente digitalizados.

Chile cuenta con importantes ventajas como su apertura comercial, infraestructura tecnológica de buen nivel y capacidades innovadoras en alza para generar productos y servicios digitales escalables a nivel global. Sin embargo, hay una deuda: la disponibilidad de talento con las habilidades necesarias para apalancar este desafío.

Siendo la minería un sector clave para el desarrollo económico, cuáles son los desafíos de   transformación digital y capital humano para esta industria? 

El principal desafío es desacoplar los conceptos de transformación digital y pérdida o precarización del empleo. La historia muestra que los cambios tecnológicos crean igual o más trabajos que los que destruyen, pero es necesario reconvertir profesionales y generar nuevas habilidades en las personas. La clave está en hacer que los procesos de ajuste sean lo más virtuosos posibles y evitar dolores innecesarios. Si la sociedad chilena no percibe que la modernización de la industria minera va de la mano de la creación de valor compartido se pone en riesgo la sustentabilidad y legitimidad de la industria.

También, sabemos que la minería actualmente produce una cantidad importante de datos, y con la implementación de tecnologías 4.0, como los sensores, la cantidad de información generada crecerá exponencialmente. El desafío estará en tener la cantidad y calidad suficiente de Data Scientists para analizar esos datos y convertirlos en decisiones que agreguen valor a las operaciones. Paradójicamente, el retail y la banca le llevan bastante más ventaja a la industria minera cuando se trata de hablar de data mining.

¿Qué ejemplos puede mirar la minería?

En Chile tenemos varios ejemplos de los cuales aprender. Un caso interesante es el que experimentamos en el Metro de Santiago con la construcción de las líneas 3 y 6, que al ser automáticas, eliminaron la necesidad de los conductores y los cajeros. Esto pudo haber generado resistencias, pero se involucró a los sindicatos y usuarios que comprendieron que esta nueva tecnología generaba nuevas y mejores oportunidades laborales en el monitoreo y mantenimientos de los nuevos sistemas tecnológicos sin disminuir la calidad del servicio. Experiencias como estas son interesantes cuando se analiza la introducción de vehículos autónomos en la minería.

¿Cuáles son tus desafíos como nuevo director ejecutivo de la iniciativa?

El principal desafío es adaptarnos de manera ágil al nuevo entorno en que nos desenvolvemos. La pandemia del coronavirus y la crisis económica hacen que Talento Digital para Chile se haga mucho más necesario. Pudimos adaptar nuestros bootcamps a la modalidad online, lo que permitió que mucha gente que ahora está en cuarentena adquiera habilidades digitales de manera segura en su hogar. Nuestro desafío ahora es que Talento Digital no sea sólo un programa que apoye la transformación digital de nuestra economía, sino que también, un instrumento de protección social de las personas que necesitan reconvertirse laboralmente producto de la crisis económica.